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| La Feria de noche |
Hoy sí, hoy si me voy a sentar a
teclear un poco. Me había propuesto que en el mes de septiembre teclearía algo
para ponerlo en el blog y que la “juventud casetil”, -valga
esta expresión que me acabo de inventar- para dirigirme a los últimos
alistados oficialmente para pisotear alegremente los metros cuadrados de suelo
del Real de la Feria, que el Ayuntamiento nos cede anualmente desde 1975. Decía
que en septiembre iba a teclear algo para ellos. Resulta que cuando estás
jubilado crees que dispones de todo el tiempo del mundo, y sí, dispones de él,
pero a veces no sabes emplearlo. Y algo así me ha debido ocurrir a mí.
Mi intención era ir haciendo una
pequeña historia de relatos y vicisitudes, que vuestros padres, es decir
nosotros, los viejos, los de más edad, hubiéramos vivido en esos metros
cuadrados de Feria. Que no son pocas las anécdotas y cosas que desde 1975 hasta
hoy podemos contar. Como quería que fueran muy acertados y fieles los hechos a
contar, solicité ayuda a los demás. Ocurrió lo que ha venido ocurriendo siempre
cuando solicitaba ayuda o colaboración; la avalancha de informadores con
relatos y dispuestos a colaborar, ha sido tal que se amontonaron las ideas y no
había forma de ordenarlas. Acostumbrado durante tanto tiempo a esta imprevista
avalancha de voluntarios, decido hacer lo que siempre se hizo aquí; actuar
individualmente y siempre abierto a todo aquel que quisiera entrar. No fue mal
sistema. Así se ha sobrevivido durante casi todos estos años. Lo cierto,
queridos jóvenes, que tomáis el relevo, es que siendo como hemos sido y
seguimos siendo aquí estamos. Aquí tenéis la Caseta. Ahora empieza a ser cosa
vuestra.
Hay algo que es cierto. Nosotros,
todos partíamos más o menos con el mismo origen. Vosotros aun habiendo vivido
muchos de los momentos de estos años pasados, no en balde la mayoría casi
os habéis criado en la Caseta, no todos os conocéis. No todos sois tan amigos
como lo éramos y seguimos siendo los viejos. Pero eso no significa obstáculo
alguno. Vuestra mentalidad y vuestros conocimientos y alcances son lo
suficientemente sólidos, como para entender que el tiempo jugó a nuestro favor;
el tiempo de ahora es vuestro. Y estáis preparados para afrontarlo. Podéis
conservar el espíritu que siempre hubo en ese “bendito” (*) lugar. Sabréis
esquivar ese escollo, si es que se le puede llamar así, sin dificultad alguna.
Que no será lo mismo . . . pues no lo sabemos. Esto será lo que vosotros
queráis que sea. De lo que si estoy convencido es que los maestros lo dejaron
bien sentado. No veo que se pueda ladear.
Nada chavales -aunque algunos
paséis de los cuarenta- esto es vuestro y aquí lo tenéis. Conservarlo y que
sepáis sacarle el jugo que nosotros le sacamos durante casi cincuenta años. Y a
nosotros, permitirnos que sigamos por aquí, porque todavía nos queda cuerda.
Dando un pequeño giro al contenido
de este panfleto, que sepáis que se cuenta con un blog en la Caseta. Un blog
que tiene quince años de vigencia. Nacido en 2009, se mantiene desde entonces. En
honor a la verdad he de decir, que en todo este tiempo nadie salvo el que lo
creó, ha escrito en él. Espero que vosotros sepáis aprovechar las ventajas que
tiene el tener un medio de comunicación como es un blog. Vuestra mentalidad
sabemos que es otra y no la nuestra. A nosotros este progreso nos cogió con el
paso cambiado. Termino ya, otro día que me encuentre con ganas de aporrear las
teclas, contaré más cosas.
Gracias por vuestra atención y aquí
estamos los viejos a vuestra disposición.
El secretario (1982 – 2023)
(*) Caseta

Buenos días,
ResponderEliminarEn primer lugar agradecer a los fundadores de esta caseta la herencia que nos dejáis, gracias Pepe especialmente por tu dedicación.
Por otro lado, aquí estamos la juventud casetil para tomar esas riendas y ofrecer nuestro tiempo en colaborar para mantener esta caseta tan bonita en la que nos hemos criado.
Y por último, estoy deseando leer esas historietas que nos hagan pasar un buen rato.
Contando los días para volver al real. Un abrazo
Pili Rodríguez
EliminarGracias por tu comentario Pili. Un beso.